Una paternidad creyente y piadosa es uno de los medios de gracia más potentes.
El pacto de Dios y la fe del padre son sólo pasos preliminares; es por medio de una crianza en el temor de Dios que los hijos son conducidos a entrar y poseer realmente las bendiciones aseguradas en el pacto. Dios establece su pacto con los padres no para su consuelo, para asegurarles de lo que Él hará, sino para fortalecerlos en lo que ellos tienen que hacer, hacerles sus colaboradores en asegurar a los hijos para Él. La bendición del pacto había de hacerse efectiva por el camino de la educación piadosa. Sólo cuando los hijos participan en el espíritu del padre pueden participar en su bendición.
Fuente: Como Criar a los Hijos para Cristo de A. Murray.
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