No hay nada que avive tanto el crecimiento de nuestra fe como el alcanzar la bendición para nuestros hijos. Es un estímulo poderoso para una vida de entera devoción y fe sin mezcla. A. Murray.
El nacimiento de nuestros hijos puede pasar a ser el ejercicio más elevado de una fe que da gloria a Dios y el medio más avanzado verdadero para hacer progresar nuestra vida espiritual y los intereses de su reino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario