La mayoría de nosotras somos como Marta, afanadas y cansadas. Somos tan responsable que nos cargamos de responsabilidades y nos ponemos fechas límites a nosotras mismas. Debemos llegar a la meta a tiempo o antes de tiempo si es posible. Cuando en realidad, nadie nos corre.
Pero cuando ponemos los ojos en Jesús, nos convertimos en María. Solo tenemos satisfacción plena cuando estamos en Cristo. Nuestra alma solo reposa a los pies del Maestro.
Cuando tengas que elegir, elige al Señor. Él nos prometió que cuidará de nosotros. Él sabe que tenemos tareas pendientes, trabajos que entregar, exámenes que rendir, hijos que atender, esposos que amar.
Mateo 6:25-34
25 Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? 26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? 27 ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? 28 Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; 29 pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. 30 Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? 31 No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? 32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. 33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. 34 Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.
Cada vez que tenemos responsabilidades que nos quieren robar el lugar de Dios, confía en Dios. Elegirlo a él sobre todo lo demás es un acto de fe. Confiá el que él obrará para que todas las cosas se acomoden. No siempre será cómo nos hubiera gustado, pero podremos estar seguras que están en su voluntad.